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lunes, 10 de mayo de 2010

Las olas es el cuento que nos trae mi amigo Ernesto.


Imágenes para hi5



"Las olas.

Las olas del mar que no han visto ni vivido en el valle me piden que les hable del mismo. ¿Cómo hacerlo?


Cómo comunicarles el canto del petirrojo, txepetxa, colirrojo, mirlo, malviz... El vuelo del ave fría en invierno, cuando llegadas de Dios sabe dónde se instalan durante un tiempo en las campas. Pequeña parada de descanso y alimento antes de proseguir viaje a ... su destino.

Cómo hacerles ver los colores brillantes y metálicos del vuelo del martín pescador cuando, veloz, se desplaza de un lugar del río a otro.

O el pequeño y gracioso vaivén del mirlo acuático cuando parado sobre alguna piedra cerca del agua, permanece con su blasón blanco al frente. O cuando bucea entre la corriente buscando su alimento.


Cómo explicarles las estaciones y su influencia en el río del valle. Crecido en invierno, casi rugiente. Caudaloso en primavera, con el deshielo de las nieves de Anboto. Sosegado en verano, con su caudal pausado. Melancólico en otoño... añorando la lluvia.

Cómo transmitirles el sonido del viento cuando recorre el valle. Cómo el murmullo del mismo en la frondosidad de sus árboles. Cómo el caer de las hojas secas... a tierra.

Cómo el número de ovejas, cabras, caballos, burros, vacas, gallinas que el valle alimenta.

Cómo enumerar los surcos que el arado o la azada abren en el vientre de la tierra, que acoge las semillas que más tarde darán los frutos esperados.

Cómo hacerles oler, en la distancia, el aroma de la tierra húmeda después de la lluvia, o el olor de la hierba recién segada.

El brillo de la luna en el camino sí puede que lo reconozcan, pues el que recorre el valle también está cubierto de arena.

-Y si bien es cierto que aquí
las gentes hablan y callan
como en la playa,
aquí hay silencio...
cuando la noche se apaga.
¿En la playa?
El eterno vaivén de las olas
que nunca calla.

-Y el eco de la campana
de la iglesia de Arrázola.
Y el canto de la lechuza
en la espesura del bosque,
en lo alto del campanario
de Atxondo, Axpe o Marzana.

-Cómo explicar la quietud
a las olas del mar,
allí sólo se oye
la inquietud por navegar.
¡Olas! Esto es el valle.
Lo vuestro... la mar".

Ernesto.
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2 comentarios:

  1. Precioso, has descrito un paisaje que he imaginado en mi cabeza, has usado los sentidos muy bien.
    Ernesto felicidades, me ha gustado mucho.
    Un beso.

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  2. Hola Luisa, me alegra verte de nuevo por mi Revista, muchas gracias por tu comentario en nombre del autor del texto, hasta pronto, un beso.

    ROSA

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