AMIGOS QUE SIGUEN MI REVISTA GRACIAS POR ESTAR AHÍ

lunes, 26 de abril de 2010

Saltarse las reglas es un interesante texto que nos trae mi amigo Ernesto aquí os lo dejo para que lo disfrutéis.

Photobucket

Saltarse las reglas

Puesto que estamos aquí de paso, formando parte del proceso de la vida... vivámosla. Es lo que se espera de nosotros, de todos nosotros... de todos. Cada uno su curso, su nivel, su aprendizaje. Cierto es que interactuamos unos con otros, mucho y no siempre en la medida adecuada pero... ¿Quién sabe cuál es ella?

No serán las reglas de los hombres quienes lo indiquen, sus normas de convivencia social, familiar, política, religiosa... Pues éstas hoy indican una cosa y ayer señalaban otra. O aquí de una manera y un poco más allá de otra diferente... según el sol caliente más o menos, según el frío apriete... Según esa escala de valores que se ensancha o estrecha a gusto de quién la crea... Casi siempre todos. Pues si bien son unos los que la dictan, son muchos los que la siguen... haciéndola buena.

Esta disertación que se va gestando no era la idea original cuando me he sentado frente al ordenador, es curioso como derivamos hacia otros temas... ¿tiene algún sentido hoy?... Veremos.

La intención era dar respuesta a un comentario que oí ayer: “¿es que quieres que salte todo por los aires?” Estas palabras eran la respuesta a cierto planteamiento previo que... podríamos decir intenta saltarse parte de las reglas señaladas. Pequeñas reglas que casi todo el mundo se salta... aunque nadie lo hace... “Si en el pensamiento lo has hecho ya... lo has hecho real”. Quién esté libre que tire la primera piedra.

El discípulo de cierta filosofía de renuncia le comenta a su maestro: “Qué diferentes somos de los occidentales con sus posesiones, su materialismo, su menor espiritualidad...” A lo que el maestro le contestó: “No creas que hay tanta diferencia, es sólo que cuando Dios creó el mundo dejó que occidente escogiese primero”.

Saltarse las reglas o ciertas reglas en un momento dado puede no ser conveniente... pero no tiene porque ser inadecuado, dependerá de otra escala diferente, la nuestra y éstas son tantas como somos. Saber conjugarlas puede ser la clave. Es más, en ello pueden confluir dos aspectos puramente humanos... y por ello naturales... El primero el gusto por eso que las reglas han intentado poner fuera del alcance. El segundo el placer o la necesidad de saltárselas... tan natural muchas veces como el objetivo en sí.

Claro que “no es conveniente que todo salte por los aires”, hay demasiadas cosas en juego, y sin embargo podría no ser nada... en un planteamiento diferente, más amplio, sin los estrechos límites que el propio sistema crea y que cada uno, las más de las veces, refuerza... por no saber o no querer saber.

ERNESTO

Photobucket

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario