
León de la estepa
te rindes ante mí
que soy frágil paloma.
De mi pecho afiebrado
bebes el frescor que necesitas
y disimulas.
Sé el amo
que atosiga sus presas,
estaré aquí para cobijar
tu frágil lamento.
Blanca y cristalina
beberé tus manchas de sangre
y te sabré inocente.
Felino y disipado
serás al fin ave.
Gustavo Tisocco.,

Que bonito !tienes un blog precioso .
ResponderEliminarBess.
Muchas gracias Angela, un beso, hasta pronto.
ResponderEliminarROSA